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Sumario

Estando Él sentado en el monte de los Olivos, sus discípulos se acercaron a Él aparte, y le dijeron: --Dinos, ¿cuándo sucederán estas cosas? ¿Y qué señal habrá de tu venida y del fin del mundo? Respondió Jesús y les dijo: --Mirad que nadie os engañe; porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: "Yo soy el Cristo", y engañarán a muchos. Oiréis de guerras y de rumores de guerras. Mirad que no os turbéis, porque es necesario que esto acontezca; pero todavía no es el fin. Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá hambre y terremotos por todas partes. Pues todas estas cosas son principio de dolores.



Entonces os entregarán a tribulación y os matarán, y seréis aborrecidos por todas las naciones por causa de mi nombre. Entonces muchos tropezarán; y se traicionarán unos a otros, y se aborrecerán unos a otros. Muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos;  y por haberse multiplicado la maldad, se enfriará el amor de muchos. Pero el que persevere hasta el fin será salvo. Y este evangelio del reino será predicado en todo el mundo para testimonio a todas las razas, y luego vendrá el fin […] Las estrellas caerán del cielo y los poderes de los cielos serán sacudidos. Entonces se manifestará la señal del Hijo del Hombre en el cielo, y en ese tiempo harán duelo todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria […]

 

Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria y todos los disánía con Él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria;  y todas las naciones serán reunidas delante de Él. El separará los unos de los otros, como cuando el pastor separa las ovejas de los cabritos;  y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: "¡Venid, benditos de mi Padre! Heredad el reino que ha sido preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; estuve desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí." […]



Entonces dirá también a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus disánía. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recibisteis; estuve desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis [...] Entonces irán éstos al tormento eterno, y los justos a la vida eterna.

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El fin de los tiempos y la vuelta gloriosa del Cristo (Mateo 24-25)