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Sumario

"Entretanto que se pasa entre la muerte del hombre y la resurrección suprema, los almas se retienen en secretos estancias donde conocen o el descanso o el dolor del cual son dignas, según la suerte que se hicieron mientras que vivían en la carne".

Después del juicio general


"Pero después de la resurrección, una vez acabado el juicio general, las fronteras se fijarán entre las dos ciudades, a saber la ciudad del Cristo y la del demonio, las de las órdenes y la del malos, una y otro compuesta de disanias y hombres.
Aquéllos no tendrán ya ninguna voluntad, éstos ningún medio de pecar.
Los nuestros no estarán en adelante más en condiciones de morir; ya que aquéllos vivirán de una vida eterna, verdadera y bienaventurada, mientras que éstos, para su desdicha, se fijarán en la muerte eterna; también sin final. Pero, en la felicidad de éstos, más o menos envidiable será el honor, como en la desdicha de aquéllos, más o menos tolerable, la suerte a la cual se dedicará cada uno " (Manual, XXIX, 109, 111).

El autor


Agustino nació en 354  a Thagaste (Souk-Ahras hoy en Argelia).
Ha Padre y Doctor de la Iglesia. Escribió dos obras muy conocidas: las Confesiones y la Ciudad de Dios. Es sin duda alguna el más grande pensador de África el Septentrional (el Magreb). Un día, oyó en su jardín una voz que le dice: "Tome y lirio". Abrió la Biblia y cayó sobre el siguiente paso: " Andemos decentemente, como de día; no con glotonerías y borracheras, ni en pecados sexuales y desenfrenos, ni en peleas y envidia. Más bien, vestíos del Señor Jesucristo, y no hagáis provisión para satisfacer los malos deseos de la carne. " (Romanos, 13, 13-14). Su conversión fue inmediata y se hizo bautizar por Ambroise, el obispo de Milán en 387. Se volvió obispo de Hippone (actual Annaba).

  

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Después del juicio particular