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Sumario

Estaba entonces enfermo un hombre llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de su hermana Marta. María era la que ungió al Señor con perfume y secó sus pies con sus cabellos. Y Lázaro, que estaba enfermo, era su hermano […] Marta dijo a Jesús: --Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero ahora también sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. Jesús le dijo: --Tu hermano resucitará. Marta le dijo: --Yo sé que resucitará en la resurrección en el día final. Jesús le dijo: --Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí no morirá para siempre. ¿Crees esto? Le dijo: --Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que había de venir al mundo [...] Entonces Jesús, al verla llorando y al ver a los judíos que habían venido junto con ella también llorando, se conmovió en espíritu y se turbó.  Y dijo: --¿Dónde le habéis puesto? Le dijeron: --Señor, ven y ve. Jesús lloró. [...]


Jesús dijo: --Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: --Señor, hiede ya, porque tiene cuatro días. Jesús le dijo: --¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios? Luego quitaron la piedra, y Jesús alzó los ojos arriba y dijo: --Padre, te doy gracias porque me oíste. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la gente que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. Habiendo dicho esto, llamó a gran voz: --¡Lázaro, ven fuera!  Y el que había estado muerto salió, atados los pies y las manos con vendas y su cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: --Desatadle y dejadle ir.


La ressurección de los muertos (1 Cor. 15)


Pero ahora, Cristo sí ha resucitado de entre los muertos, como primicias de los que durmieron […] Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitan los muertos? ¿Con qué clase de cuerpo vienen? […] Se siembra en corrupción; se resucita en incorrupción. Se siembra en deshonra; se resucita con gloria. Se siembra en debilidad; se resucita con poder. Se siembra cuerpo natural; se resucita cuerpo espiritual. Hay cuerpo natural; también hay cuerpo espiritual […]


En un instante, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final. Porque sonará la trompeta, y los muertos serán resucitados sin corrupción; y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y que esto mortal sea vestido de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se vista de incorrupción y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: ¡Sorbida es la muerte en victoria! ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?

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La ressurección de Lázaro (Juan 11,1-44)