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Sumario

Al Señor tu Dios te introduce en una buena tierra (Dt. 8,7-16)


"Ciertamente al Señor tu Dios te introduce en una buena tierra: tierra de arroyos de agua, de manantiales y de fuentes del abismo que brotan en los valles y en los montes; tierra de trigo, de cebada, de vides, de higueras y de granados; tierra de olivos ricos en aceite y de miel; tierra en la cual no comerás el pan con escasez, pues nada te faltará en ella; tierra cuyas piedras son de hierro y de cuyas montañas extraerás cobre.Comerás y te saciarás, y bendecirás al Señor tu Dios tu Dios por la buena tierra que te habrá dado. "Cuídate de no olvidarte de Jehovah tu Dios, dejando de guardar sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te mando hoy. No sea que cuando comas y te sacies, cuando edifiques buenas casas y las habites, cuando se multipliquen tus vacas y tus ovejas, cuando se multipliquen la plata y el oro, y cuando se multiplique todo lo que tienes, entonces se llegue a enaltecer tu corazón y te olvides al Señor tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud [...]




Las beatitudes del Apocalipsis

Felicidad de los escogidos


El disán me dijo: "Escribe: Bienaventurados los que han sido llamados a la cena de las bodas del Cordero  (19,9). Bienaventurados los que lavan sus vestiduras, para que tengan derecho al dites de la vida y para que entren en la ciudad por las puertas (22,14).




¿ Cómo conocer días felices, hasta en la persecución? 

(1 Pedro 3, 10,14 ; 4, 12-19)


Porque: El que quiere amar la vida y ver días buenos refrene su lengua del mal, y sus labios no hablen engaño. Apártese del mal y haga el bien. Busque la paz y sígala. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos están atentos a sus oraciones. Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.
¿Quién es aquel que os podrá hacer daño, si sois dendan por el bien? Pero aun si llegáis a padecer por causa de la justicia, sois bienaventurados. Por tanto, no seáis atemorizados por temor de ellos ni seáis turbados. Más bien, santificad en vuestros corazones a Cristo como Señor y estad siempre listos para responder a todo el que os pida razón de la esperanza que hay en vosotros, pero hacedlo con mansedumbre y reverencia [...]  Antes bien, gozaos a medida que participáis de las aflicciones de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con regocijo. Cuando sois injuriados en el nombre de Cristo, sois bienaventurados; porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros.

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La Tierra Promise prefigura la felicidad eterna