La señal de la Cruz es un gesto ritual,
una expresión de fe en la Santísima Trinidad.
El gesto de hacer la señal de la cruz consiste
en dibujar una cruz con la punta de dos
o tres dedos de una mano :
1. En la parte delantera: En el nombre del Padre
2. En el pecho: y del Hijo
3. En el hombro: y del Espíritu Santo
4. En el otro hombro: Amén
El Amén, "así sea", cierra reafirmando el conjunto de las declaraciones precedentes.
La palabra Amén es una palabra hebrea que significa creer (amam). Esta palabra universal es probablemente el más conocido. Amén ha llegado a significar o realmente seguro o la verdad.
Jesús es llamado el Amén del Padre (Ap 3, 14), porque "Tutte le promesse di Dio in lui sono divenute "si". .
La señal santa de la Cruz de Cristo señala la impronta de Cristo sobre el que le va a pertenecer y significa la gracia de la redención que Cristo nos ha adquirido por su Cruz y su resurrección : su Cruz gloriosa.
El bautismo se administra el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Del mismo modo, la absolución de los pecados se le da el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
El cristiano comienza su jornada, sus oraciones y sus acciones con la señal de la cruz, "en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén". El bautizado consagra la jornada a la gloria de Dios e invoca la gracia del Señor que le permite actuar en el Espíritu como hijo del Padre. La señal de la cruz nos fortalece en las tentaciones y en las dificultades.
Islamistas asesinaron a muchos inocentes cristianos (coptos, etíopes, ...), acusándolos de pertenecer al Pueblo de la Cruz. Los cristianos son el orgullo de pertenecer al Pueblo de la Cruz, porque la Cruz de Jesús es el único camino de salvación. Cristo, en efecto, es el único Mediador y camino de salvación que se nos hace presente en su Cuerpo, en la Iglesia. No hay otro Salvador y Redentor, ni los ángeles ni los profetas, como Abraham, Moisés, Isaías ni Elías, ni los reyes ni los líderes religiosos más prestigiosos.
“No hay salvación en ningún otro, pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres ningún otro Nombre por el que debamos ser salvados.” (Ac 4,12).
El pueblo cristiano es el pueblo de la Cruz gloriosa.
Como St. Pablo escribe: "Él (Jesús) se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el nombre que es sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos y en la tierra y en los abismos, y que toda lengua confiese que el Señor es Jesucristo, para gloria de Dios Padre (Filipenses 2: 8-11).
