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Se-hace-a-hombre-por-amor-para-nosotros
El-nacimiento-y-la-infancia-de-Jesus-contada-por-Lucas
Evangelio-de-Mateo


Así pues, el Padre envió sus Hijos únicos, entre los hombres.


La plena y definitiva etapa de la Revelación de Dios es la que Él mismo llevó a cabo en su Verbo encarnado, Jesucristo, mediador y plenitud de la Revelación. En cuanto Hijo Unigénito de Dios hecho hombre, Él es la Palabra perfecta y definitiva del Padre.


La concepción virginal de Jesús significa que éste fue concebido en el seno de la Virgen María sólo por el poder del Espíritu Santo, sin concurso de varón.


Él es Hijo del Padre celestial según la naturaleza divina, e Hijo de María según la naturaleza humana, pero es propiamente Hijo de Dios según las dos naturalezas, al haber en Él una sola Persona, la divina (Lucas 1,26-27).

María es llamada Madre de Dios.

Cristo viene de la traducción griega del término hebreo "Mesías" que quiere decir "ungido". El Mesías debía ser ungido por el Espíritu del Señor a la vez como rey y sacerdote, y también como profeta.


El ángel anunció a los pastores el nacimiento de Jesús como el del Mesías prometido a Israel:


"Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor" (Lc 2,11).


Jesús es el Salvador anunciado por los profetas:


"Por tanto, el mismo Señor os dará la señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel (Isaías 7, 14).

"Pero tú, oh Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será el gobernante de Israel, cuyo origen es antiguo, desde los días de la eternidad (Micaías 5, 2).

"El Señor me ha dicho: "Tú eres mi hijo; yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por heredad las naciones, y por posesión tuya los confines de la tierra..." ( Salmo 2, 7-8).

  

Se hace a hombre

por amor para nosotros

La infancia

 del Cristo

El advenimiento

proximo del Reino

El Verbo hace carne

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